jueves, 19 de junio de 2014

Reino Protista

Reino Protista

El reino Protista comprende una enorme variedad de organismos eucarióticos, principalmente unicelulares, y además, algunas formas multicelulares. Un factor principal en la evolución de los eucariotas puede haber sido el establecimiento de relaciones simbióticas con células procarióticas que, al ser incorporadas, finalmente se especializaron como mitocondrias y cloroplastos. En el pasado, era común considerar a los protistas fotosintéticos -las algas- como "plantas inferiores", y a los heterótrofos unicelulares -los protozoos- como "animales inferiores".

Los protistas representan varios linajes filogenéticos bastante distintos. Informalmente pueden ser agrupados en:
  • autótrofos fotosintéticos (algas),
  • unicelulares autótrofos y/o heterótrofos (euglenidos y dinoflagelados),
  • heterótrofos multinucleados y multicelulares (mohos mucilaginosos y acuáticos) y 
  • heterótrofos unicelulares (protozoos).


Los protistas autótrofos fotosintéticos son sumamente importantes en la producción energética global. Entre las algas, las diatomeas y las crisofitas son componentes importantes del agua dulce y del fitoplancton marino.

Dentro de los protistas hay grupos unicelulares flagelados que pueden incluir organismos fotosintéticos, otros heterotróficos y algunos pueden incluir las dos formas de vida. Entre ellos, los dinoflagelados se caracterizan por poseer dos flagelos que baten en planos diferentes, haciendo que el organismo gire; los dinoflagelados habitualmente tienen paredes de celulosa rígidas, de conformación extravagante. Muchos de ellos son marinos, algunos son bioluminiscentes y otros producen la conocida marea roja. Los euglenoideos -o euglenofitos- son un grupo extremadamente numeroso que se encuentra principalmente en agua dulce pero también los hay marinos, de aguas salobres y parásitos.

Los mohos mucilaginosos son organismos heterótrofos y ameboides. Estos mohos se reproducen por la formación de esporas . Hay dos grupos principales, los mixomicetes -o mohos mucilaginosos plasmodiales, que son cenocíticos durante las etapas no reproductivas- y los acrasiomicetes -o mohos mucilaginosos celulares, en los cuales las células ameboides agrupadas retienen su identidad individual-. Los mohos acuáticos -u oomicetes- son heterótrofos cenocíticos que superficialmente se asemejan a hongos. Se reproducen tanto asexual como sexualmente, sólo las esporas son flageladas y todos presentan oogamia.

Se piensa que los protistas heterótrofos unicelulares -o protozoos- han evolucionado de antecesores flagelados no fotosintéticos. Entre los protozoos se encuentran algunas de las células más grandes conocidas y también las más complejas. Tres grupos, los mastigóforos -o flagelados-, los sarcodinos -o ameboides- y los cilióforos -o ciliados- incluyen tanto especies de vida libre como parásitas y sus miembros pueden identificarse sobre la base de sus estructuras locomotoras. Los opalínidos y los esporozoos, en cambio, contienen sólo formas parásitas.

Los protistas exhiben una variedad de respuestas por las que se desplazan frente a distintos estímulos ambientales.

Clasificación de los Protistas

Desde el siglo XIX, la palabra protista remite a organismos unicelulares. Sobre esta base, diferentes autores consideraron absurdo designar a las grandes algas marinas como protistas, ya que éstas no son unicelulares ni tienen un tamaño reducido y prefirieron denominar a este reino Protoctista. Si bien esta denominación resulta más correcta,  ya que no implica una limitación en el número de células ni en el tamaño, lo cierto es que, en la práctica, es muy poco utilizada.

Así como la denominación de este grupo es conflictiva, no lo es menos su clasificación. En los últimos tiempos, la clasificación de los protistas -así como la de los procariotas - ha sufrido una considerable reestructuración a medida que la microscopía electrónica y las modernas técnicas moleculares y bioquímicas fueron aportando una enorme cantidad de nueva información acerca de ellos. Esto provocó una revolución en las antiguas clasificaciones, comparable a la ocurrida en la biodiversidad animal y vegetal durante los siglos XVIII y XIX.


Cuestiones tales como el número de divisiones o phyla que constituyen el reino, las relaciones entre las varias divisiones y los phyla, la ubicación correcta de determinadas especies y los criterios que deben usarse para decidir al respecto son aún tópicos de discusión y de encendida controversia. En la actualidad, no existe una clasificación completa del reino protista que sea ampliamente aceptada por los biólogos que estudian estos organismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario